¿Quieres ver «Marco Polo», la nueva y millonaria serie de Netflix? Lee nuestra reseña sin spoilers

Marco Polo (Lorenzo Richelmy) y la princesa Kocachin (Zhu Zhu) en uno de esos momentos hot tipo GOT que quiere la gente. Foto: Netflix.

En la estilizada secuencia de intro de «Marco Polo«, un brochazo como de tinta china bocetea la silueta del cuerpo de una mujer desnuda arqueándose. Medio segundo después la toma se abre y vemos que ese cuerpo es solo uno más de los empalados en un campo de batalla.

No hay mucho margen de dudas: esta serie irá de sexo y muerte. De violencia medieval en parajes exóticos. Empiezas a ver la serie y descubres que también va de intrigas políticas y choque de imperios. Un momento, ¿estamos viendo Juego de Tronos?

Gracias a una cortesía de Netflix, SPOILERS pudo ver ya toda la primera temporada de esta millonaria producción, cuyos 10 capítulos fueron lanzados –en simultáneo, como ya es costumbre– el viernes. Las expectativas no podían ser más altas. Se trata de la serie para Internet más cara de la historia: ha costado 90 millones de dólares. El reparto es realmente internacional (el protagonista, Marco Polo, es interpretado por un actor italiano, ya volveremos sobre él). Y, claramente, se trata de un intento de Netflix por capitalizar a la fanaticada de Juego de Tronos o los Borgia.

Sables, kung fu, bronca, muerte y mujeres guerreras desnudas que no mostraremos, sorry. Foto: Netflix.

¿Les liga? En parte. Sin elementos de fantasía ni de narrativa coral que son el diferencial de Juego de Tronos, Marco Polo coloca buena parte del peso de la historia en su protagonista. El veneciano es interpretado por Lorenzo Richelmy, un italiano de 24 años que es, probablemente, el engranaje más débil de esta formidable máquina.

Pobre Lorenzo, la verdad, que tiene que calzar los mismos zapatos que los protagonistas de otras series de Netflix: Kevin Spacey (House of Cards) y Taylor Schilling (Orange is the New Black). ¿Por qué su personaje no termina de cuajar? ¿Son la expectativas, el referente histórico, el guión, la actuación? Un poco de todo. Supuestamente, Marco Polo era el preferido de Kublai Khan gracias a su florido verbo latino y aquí, pues, como que no hay mucho de eso (algo hay pero no quiero spoilear, para eso está la sección de comentarios).

Al final, quien resulta el personaje más atractivo es el Kublai Khan, interpretado por el inglés Benedict Wong, que se roba todas las escenas en las que aparece. Kublai, nieto de Genghis Khan, se encuentra en pleno proceso de expansión del imperio mongol. La historia nos dice que eventualmente obtendrá el éxito, conquistará China e implantará la dinastía Yuan, que durará 100 años. El Kublai de Wong es una mole excesiva, entregado a sus sentidos y, a la vez, un calculador discípulo de las enseñanzas Sun Tzu. Una bestia, pero no puedes evitar hacerle barra.

Benedict Wong, insuperable como Kublai Khan. Además: ese corte de pelo se pondrá de moda. Foto: Netflix.

El resto de personajes está muy bien, tan bien que parecen haber sido producto de un fino estudio de los algoritmos de Netflix: desde la asesina desnuda hasta el obligado maestro ciego de Kung Fu (que, además, se llama Cien Ojos). El cásting es de lo mejor. La celebridad multimediática china Zhu Zhu encarna a la princesa Kocachin –el interés romántico de Marco Polo, cuyo destino en la Historia real no spoilearemos–, que apenas se salva de ser un cliché, aunque ciertos elementos (de nuevo, en la sección de comentarios podemos discutir sin arruinarle la serie a los que no la han visto) hacen que prometa un desarrollo más interesante en la siguiente temporada.

Creo que así se puede resumir «Marco Polo»: la serie promete. No solo porque la época que está reconstruyendo es fascinante, ni porque su calidad fotográfica es una de las más impresionantes que se han visto en la historia de la televisión (vale la pena el HD) o porque el cuidado de su producción incluya hasta la precisión histórica en el tipo de música que utilizan. Promete porque lo mismo ha pasado con las dos series emblema de Netflix: la primera temporada era buena pero no descollante y la segunda temporada le rompió la cabeza a todo el mundo. Es posible que la historia se esté repitiendo aquí.

Si te encuentras a medio camino entre Juego de Tronos y los Borgia, o te gustan las reconstrucciones históricas, o las mujeres guerreras desnudas, dale una oportunidad. «Marco Polo» promete. Yo solo espero que cumpla en la próxima temporada.